¡La Casa del Árbol es un lugar absolutamente mágico! No hay otro lugar en el mundo para duplicar esta experiencia. Siempre recordaré nuestra primera noche en la selva amazónica. Cuando la oscuridad se hizo presente, la selva cobró vida. Recuerdo estar acostado en nuestra cama de red, escuchando todos los sonidos. Era muy pacífico y no se parecía a nada que hubiera escuchado antes. Una noche grabé la "música de la selva" en mi teléfono. Ahora en casa, todavía puedo disfrutar de los sonidos y recuerdos de la selva.

¡Cada excursión que hicimos fue increíble! Nos encantó la caminata nocturna por la selva, la pesca de pirañas, ver caimanes por la noche y visitar las aldeas locales. Mi favorita fue navegar en canoa por el río y ver pájaros, delfines rosados y monos. Uno de los puntos culminantes fue tener un mono salvaje que bajó de los árboles, se subió a nuestra canoa y se sentó en mi regazo. ¡¿En qué otro lugar del mundo podría sostener un mono salvaje?! ¡¡Fue lo mejor!!

¡Los miembros del personal son muy amigables y complacientes! Se convirtieron más en familia y amigos que en personal de la Casa del Árbol. Sabíamos que realmente se preocupaban por nosotros y querían que su estancia fuera inolvidable. La comida superó todas las expectativas. Nos dieron tres comidas gourmet al día. Nuestro bungalow estaba bien cuidado, y nuestro guía nos entretuvo una noche con su música de guitarra!

¡Treehouse Lodge es una experiencia única en la vida! Animamos a todos los interesados a que vayan y lo vean por sí mismos. ¡Gracias, Treehouse, por estas memorables vacaciones! ¡Nos encantaría volver de nuevo!