Machu Picchu - uno de los grandes sitios históricos del mundo - es famoso por su ubicación y su estética. Construida en lo alto de las escarpadas montañas del suroeste de Perú, Machu Picchu parece una ciudad congelada en el tiempo, el único sobreviviente de la conquista española. Es inaccesible en coche; se llega a pie o en tren, y ambas rutas son escénicas.
Tomar el tren a Machu Picchu es una aventura en sí misma. Hay 3 estaciones en las que puede abordar su traslado a Machu Picchu: Poroy, Urubamba, o Ollantaytambo. Urubamba y Ollantaytambo se encuentran en el Valle Sagrado. Poroy se encuentra a unos 20 minutos a las afueras de Cusco.
Regístrese en la estación de tren 30 minutos antes de su salida. Al igual que en Machu Picchu, el Ministerio de Turismo requiere que presente su pasaporte para subir al tren. Las compañías de trenes le permitirán llevar equipaje de mano y guardarlo en la parte delantera o trasera del carro del tren. Los artículos personales pueden ser guardados en su asiento.
Intenta conseguir el asiento de la ventana porque esta ruta tiene vistas inolvidables. Empezarás en medio de las alturas andinas cerca de Cusco y al final del viaje estarás en la base de las montañas dentadas y cubiertas de selva conocidas como el bosque nuboso. A lo largo del camino verás picos de montaña de 18.000 pies cubiertos de glaciares, comunidades de la selva, terrazas/rutas incas, cascadas y el embravecido río Urubamba. A lo largo del camino, una narración grabada explica los diferentes sitios que se deslizan por su ventana.
Si es el momento adecuado, puede que incluso vea a los excursionistas del Camino Inca saliendo en su viaje de 4 días. Como Hiram Bingham, el hombre que descubrió Machu Picchu después de siglos de oscuridad, estos viajeros han decidido recorrerlo a pie. Aunque el tren es mucho más cómodo, no es menos emocionante y pintoresco. Confía en mí, este será uno de los puntos culminantes de tu viaje.
Feliz viaje...